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Miércoles, 11 Abril 2007 22:28

ZONA DESTINOS -Villa La Angostura: salir a caminar entre arrayanes, coihues y vacas.

12 ABR 06 - Portal del uruguay.
Un sendero peatonal de 12 kilómetros ofrece una alternativa más activa a las salidas en catamarán
El clásico Bosque de Arrayanes, de árboles color canela que recuerdan los dibujos de Walt Disney y el que seguramente todos los que alguna vez estuvieron en Bariloche, o en este pueblo neuquino, visitaron, puede convertirse en un interesante circuito de trekking.

Bosque de Arrayanes

Después de recorrer este bosque único, con ejemplares de hasta 650 años, son muchos los que siguen un camino señalizado de 12 kilómetros que se abre a un costado de las pasarelas, se interna por el bosque y desemboca en el puerto de Villa La Angostura, desde donde parten los barcos para las excursiones.

Posiblemente los que fueron en lancha o catamarán no lo advirtieron: el Parque Nacional Los Arrayanes no está en una isla, sino en el extremo de la península de Quetrihué, por lo que se puede ir y volver por tierra, si uno lo desea. Pero solamente a pie o en mountain bike, porque es un camino muy angosto, con subidas y bajadas.

Doce kilómetros pueden parecer muchos para una salida familiar y distendida, pero se caminan con placer y sin esfuerzo por un sendero sencillo, aunque tiene algunos tramos con cierto nivel de dificultad, y que se hace en forma independiente, sin guía.

Una buena alternativa es tomar el barco desde el puerto de Villa La Angostura para ir, recorrer el bosque y después, sin preocuparse por horarios, emprender la caminata de regreso.

En el bosque

Cuando las pasarelas del circuito turístico quedan atrás para tomar el sendero, los arrayanes pierden lentamente protagonismo y el bosque se puebla de otras especies. A un costado todavía se ve el casco de la estancia Lynch, antiguos dueños de la península y que todavía conservan tierras. Durante el trekking habrá que esquivar vacas que pastan de lo más tranquilas, y caballos que salen a dar un paseo y están acostumbrados a cruzarse con turistas.

Los grandes coihues dominan, pero también se camina entre radales, maitenes, cipreses, entre otros. Entre las ramas caídas se descubren amancays, mutisias y michays, y por supuesto hongos, que crecen por todos lados.

Con un poco de suerte se puede ver u oír las aves de la zona, como el pájaro carpinero cresta roja, cuando pica los árboles y sacude el silencio.

Por estos días los colores ocres y dorados del otoño se instalan en los árboles y el paisaje cambia. Los lugareños aseguran que en cada estación el bosque se ve diferente.

Se calcula que, a paso intenso, la caminata demanda tres horas, pero si se tiene un poco más de tiempo se puede hacer paradas técnicas para descubrir los diferentes ambientes del bosque, las lagunas internas y las vistas panorámicas del Nahuel Huapi.

Los que prefieren un poco más de aventura pueden optar por la mountain bike. Se estima de tres y cuatro horas entre ida y vuelta, pero resulta un poco más complicado que la caminata, por lo que es prudente tener buen estado físico.

La horal del té

Después de la caminata por el bosque nadie puede pensar en otra cosa que no sea comer. El té del hotel Correntoso, otro clásico en la villa, es tan famoso como los arrayanes.

A 4 km del centro, sobre la boca del río Correntoso en la unión con el Nahuel Huapi, este hotel, que data de 1917 y fue completamente restaurado, mantiene a rajatabla la tradición del té con torta a la tarde, pero con algunas innovaciones. Hace apenas unos días presentó una carta con 22 variedades en blends a base de té verde, rojo y negro. Y como sucede con los vinos, en los buenos restaurantes se acerca a la mesa el sommelier Gonzalo Guillot, que asesora sobre los diferentes sabores y las mejores combinaciones con las tortas.

Por ejemplo, se puede probar el masala chai, con hojas de té indio, jengibre, canela, vainilla y cardamomo; el jasmine special grade, té verde de China con pétalos de jazmín; o el L Chocorargerie, té negro de Ceylán con cacao venezolano y naranjas del Mediterráneo.

Por supuesto, esta velada gourmet, con vista al lago y las montañas, se acompaña con tortas, sándwiches y otras delicias.

Por Andrea Ventura
Enviada especial

Datos útiles

Cómo llegar

El pasaje en catamarán hasta el Bosque de Arrayanes desde el puerto de Villa La Angostura cuesta 30 pesos por persona. Además, hay que pagar el ingreso en el parque nacional.

Mountain Bike

Se puede alquilar bicicletas en el centro de Villa La Angostura. Una mountain bike, por día, cuesta entre 30 y 40 pesos.

Te Correntoso

En el hotel Correntoso, los blends con diferentes tes cuestan 9 pesos. El Té Correntoso para dos personas, que incluye uno de los tes a elección, sándwiches, tostadas, tortas, scones y cookies, cuesta $ 56. www.correntoso.com

En Internet

www.villalaangostura.gov.ar

Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/897537