Amainar, arbérchigo, chícharo, morondanga, periclitar, carlinga, mecachis, tocadiscos, zipizape o zanguango, son algunos de los vocablos "apadrinados" por gentes de diversos puntos de América Latina y España, e inclusive de China y hasta de las islas Seychelles, que se sumaron a la campaña "Apadrina una palabra", que concluirá el 21 de abril próximo.
"Una de las cosas más bonitas de esta iniciativa es intercambiar opiniones y sensaciones entre los distintos españoles (ndlr: lenguas), que sólo es uno pero son muchos en el mundo", explicó a la AFP Javier Sagarna, director de la Escuela de Escritores de Madrid.
Desde una maestra argentina que eligió la palabra "alboroto" hasta el presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que escogió "andancio", pasando por el escritor español Juan Marsé que optó por "damajuana", todos adhieren al mismo propósito: luchar contra el empobrecimiento de la lengua que se ha acelerado en los últimos años.
"El objetivo fundamental es llamar la atención sobre esas palabras que están en vías de extinción, que poco a poco van desapareciendo, en buena medida por la evolución natural de la lengua", sostuvo Sagarna.
Más de 5.000 palabras de la lengua española en vías de extinción encontraron padrino en 42 países diferentes, en el marco de esta iniciativa impulsada para proteger la lengua española que hablan más de 400 millones de personas.
Concluido el plazo, se creará una "reserva de palabras virtual" que quiere ser un "llamado a la reflexión" sobre la lengua española.
"Queremos que nos ayudes a salvar el mayor número posible de esas palabras amenazadas por la pobreza léxica, barridas por el lenguaje políticamente correcto, sustituidas por una tecnocracia lingüística que convierte en 'técnicos de superficie' a los barrenderos de toda la vida, o perseguidas por extranjerismos furtivos que nos fuerzan a hacer 'outsourcing' de recursos en lugar de subcontratar a gente", dicen los organizadores en su sitio internet.
Como la idea surgió juntamente con la Escola d'Escriptura del Ateneo de Barcelona, la campaña también está dirigida a las palabras de la lengua catalana que corren el riesgo de quedar en el olvido.
Son más de 3.000 los vocablos catalanes que ya tienen padrino en el sitio internet www.ateneubcn.org, destacó Sagarna.
En el origen de esta campaña hay un hecho concreto, y es que entre 1992 y 2001 más de 6.000 términos perdieron su espacio en el diccionario de la Real Academia Española, recordó Sagarna que negó que sea una crítica a la RAE.
"La RAE se limita a dar fe de algo que es así, que la lengua tiene su propio proceso vital y su propia evolución", aclaró el responsable de la Escuela de Escritores, que desde junio de 2003 imparte cursos de escritura, literarios, y de redacción, entre otros.
"Pues de la misma manera que han desaparecido seis mil (palabras), se han incorporado diez mil nuevas", puntualizó Sagarna.
Y aunque un empleado de la Escuela se ocupa en filtrar los "apadrinamientos" porque no faltan bromistas que envían cualquier propuesta, confesó Sagarna, la iniciativa se desarrolla en igualdad de condiciones para los participantes.
Así, el jefe del gobierno español explicó que eligió una palabra típica de su León natal que sólo se usaba en Salamanca y en Cuba. Se trata de "andancio" que es una enfermedad epidémica leve y apareció en algunas novelas de entonces.
"Alboroto es una palabra que repito muchas veces en el aula y los niños terminaron por adoptarla y aplicarla con buen uso", explicó Gladys Morino, una maestra argentina que gracias a internet se sumó a esta campaña.
Los interesados en convertirse en padrinos de una palabra no tienen más que dirigirse al sitio www.escueladeescritores.com