Con este acuerdo se trataría de llenar el vacío entre las estrictas leyes de protección de datos europeas y las acciones de inteligencia antiterrorismo estadounidenses que obligan a las líneas aéreas que operan rutas a EE UU a transmitir la información de sus pasajeros a las autoridades americanas.
Según ha advertido el Comisionado Europeo de Justicia y Asuntos Internos, Franco Frattini, hay muchas posibilidades de que se logre un acuerdo antes de la fecha límite. "Ahora tratamos de definir problemas remanentes con las autoridades estadounidenses como la cantidad de procedimientos, la retención de datos y otros detalles técnicos", dijo, confiando en que se llegará a una solución aceptable tanto para EE UU como para el UE.
Sin embargo, muchos parlamentarios europeos permanecen firmemente opuestos a que se comparta información confidencial de ciudadanos de la Unión. Son aproximadamente 34 datos los que deben ser informados cada vez que un europeo aterriza en Estados Unidos, bien para ingreso o en tránsito, incluyendo detalles de sus tarjetas de crédito e información sobre cómo y dónde fue comprado el billete.
Mientras tanto, el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Michael Chertoff, estuvo en Bruselas el pasado lunes para tratar de persuadir a los legisladores europeos aún escépticos sobre la necesidad de compartir la información.