Según los sondeos, se estima que el movimiento turístico de la primera quincena podría sufrir entre un 20 y un 30 % de merma como consecuencia de cancelaciones por esta causa.

Esto podría significar que Salto deje de percibir más de un millón de dólares solamente en la primera quincena, de acuerdo con los cálculos de gasto por persona de la encuesta permanente del Ministerio de Turismo.

Los operadores más afectados serían los holeros, especialmente los de perfil medio y alto (3 a 5 estrellas) quienes dependen más del público argentino.

La situación de emergencia sanitaria declarada en varias provincias de ese país, han causado un cierto nivel de temor a realizar cualquier actividad turística, a pesar de que, según los expertos, los parques termales son lugares seguros, por ser bien ventilados y por el hecho de que el agua caliente colabora a matar el virus  que causa esta enfermedad.
 
Al comienzo del fin de semana, la ocupación media en los centros termales de Salto es menor a la esperada para este mes. Si bien en Arapey, los alojamientos municipales superaban el 90 %, en los privados la cifra era de algo más del 60 %, similar a la que se verificaba en la zona de Dayman.

Mientras tanto, las consultas por posibles cancelaciones se siguen registrando a medida que pasan las horas.

El jueves pasado, se reunió la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz con el director Nacional de Salud Jorge Basso, quien además mantuvo una reunión con el ministro de Turismo y Deporte Dr. Héctor Lescano acerca de la situación del sector turístico ante la pandemia.

De acuerdo a las recomendaciones de la OMS no es beneficioso cerrar fronteras ni realizar controles sanitarios especiales en las aduanas. En ese sentido, no existe limitación alguna para viajar al exterior.
 
En relación a la temporada termal, los informes técnicos señalan que como los centros termales se encuentran al aire libre no son contextos críticos de contagio.

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