Las complicaciones originadas por la extensión del fenómeno climático desbordaron al personal de tierra de las diversas aerolíneas. Las protestas de los pasajeros, el nerviosismo por la pérdida de conexiones internacionales, el no pago de alojamientos por parte de las compañías ( las contingencias climáticas no los obligan), hicieron que todas las terminales aéreas se convirtieran directamente en un caos generalizado.
El paro en el Aeroparque Jorge Newbery
La Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y el cuerpo de delegados del gremio decidió en la tarde de ayer, levantar el paro general que mantenían desde el domingo en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, por lo que habrá vuelos desde esta jornada.
El vocal de la organización gremial, Luis Vallejos, indicó que el sindicato y el cuerpo de delegados finalmente aceptaron continuar las negociaciones en el marco de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, por lo que la huelga se levantó a partir de la pasada medianoche.
Tanto Aerolíneas Argentinas como Austral confirmaron que los vuelos serán reprogramados. Incluso, voceros de la compañía aérea, por su parte, precisaron que "desde el miércoles" se comenzarán a normalizar los vuelos.
Duras negociaciones. Durante el día de ayer, las empresas aeronáuticas mantuvieron arduas negociaciones sin resultados positivos en el Ministerio de Trabajo nacional con la Asociación Personal Aeronáutico (APA) para tratar de normalizar el servicio de vuelos y terminar con la retencion de tareas que los empleados realizaban desde el domingo pasado.
Alivio para los funcionarios estatales de PLUNA.
En el año 2000, se había otorgado la tranquilidad a los funcionarios estatales de la aerolínea uruguaya ( los que integraban la plantilla antes de la primera asociación, con la brasileña Varig), que por el término de cinco años, estarían protegidos ante cualquier eventualidad, de regresar a ser funcionarios estatales. En el 2005, esa medida fue extendida por dos años más y finalizaba el próximo 30 de junio.
En los últimos días, varios funcionarios que pertenecían al Estado en su origen, aceptaron incentivos que oscilaron entre los diez mil y los quince mil dólares, para renunciar a PLUNA S.A. y ser reinsertados en la función pública. Los que aún permanecían en sus puestos en la Sociedad Anónima, veían que se acercaba la fecha del 30 de junio y la situación de la empresa no terminaba de aclararse. Finalmente, aunque aún no se ha terminado el papeleo, se da como inminente la asunción del consorcio comprador y la nueva gestión de la empresa pero, además, se acaba de anunciar que se autorizó una nueva extensión de la garantía de retorno por un año más, hasta junio de 2008. Alivio evidente y final del estrés para los funcionarios.