como uno de los espacios aéreos menos riesgosos del planeta. Obtuvo el codiciado "Eagle Award", el "Nobel" de la aeronáutica.
 
Bastó que un rayo averiara el radar del aeropuerto bonaerense de Ezeiza para desatar el caos.

Era el 1 de marzo. No había otro radar y el tráfico entonces comenzó a controlarse de manera manual. En un día de crisis, las imágenes de 20 aviones que estaban en el aire desaparecían de las pantallas. Se detuvieron los despegues y los aviones tuvieron que mantenerse riesgosamente en el aire.

Ya en mayo las asociaciones de pilotos y controladores denunciaban que dos aviones comerciales estuvieron muy cerca de chocar. A ello se sumó un piloto de Lan que evitó una colisión antes de su despegue de Ezeiza. En la torre de control le anunciaban "condiciones óptimas" para el vuelo.

En el aeropuerto de Pudahuel, aseguran en la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), eso es imposible que suceda. ¿La razón? Funcionan tres "radares redundantes" en la zona que cubre el terminal capitalino. Si uno fallara habrían dos más para cumplir esa labor.

No sólo eso, prácticamente todo el territorio nacional está cubierto por radares. Nada que vuele se escapa a la vigilancia de los aparatos tecnológicos.

Ésa es una de las diferencias fundamentales que exhibe Chile frente a la mayoría de sus pares de las región y uno de los motivos por los que el cielo nacional fue distinguido como uno de los más confiables del mundo con el "Eagle Award".

El galardón que este año se quedó en la Dirección General de Aeronáutica Civil no es cualquiera: lo entrega nada menos que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la organización más importante de aerolíneas del mundo, que reúne a 260 compañías que representan el 94% del tráfico internacional de pasajeros.

Sorprendentemente, es primera vez que lo recibe un país latinoamericano. El año pasado recayó en Suecia.

Los avances en eficiencia y seguridad son las claves que explican el reconocimiento. El aeropuerto de Pudahuel cuenta con una pista que posee uno de los más avanzados sistemas de aproximación ILS (ver infografía) para las naves que llegan en días de neblina. Hoy se puede aterrizar con sólo 100 metros de visibilidad en el terminal. Y si algunos aviones no logran hacerlo, es sólo porque no cuentan con la tecnología necesaria para operar o porque los pilotos no están acreditados en el uso de esos sofisticados instrumentos.

En tierra, la preparacion del personal es otro factor clave. El 100% de los directivos de los servicios de tránsito aéreo y casi la totalidad de los controladores tienen niveles de inglés óptimos. Es decir, es difícil que fallen en la "fraseología" necesaria para dar instrucciones en una torre de control.

Lo que parece anecdótico resulta fundamental si se piensa que elaño pasado un Boeing 737 de la brasileña Gol chocó con un jet en el aire y dejó 154 muertos. Hace apenas un mes, el fiscal que investigó el caso determinó que cuatro controladores habían entregado instrucciones incompletas.

Aunque un pasajero no lo nota a simple vista, Chile también le ha ahorrado año a año minutos de vuelo a las aerolíneas.

Esto, desde que en 2003 la DGAC creara el llamado "Comité del minuto", con el fin de tener nuevas rutas aéreas y reducirlos tiempos de motores encendidos en el aire.

Para el 2005 se habían ahorrado 19 mil minutos, lo que significó 1,8 millones de dólares de ahorro para las compañías aéreas. La política -que disminuye los niveles de contaminación-, a fines del 2006 sumaba 68 mil minutos, lo que equivale a 100 vuelos entre Santiago y Nueva York.

¿Cómo se logra? Por ejemplo, rediseñando las vías aeronáuticas. Algo así como crear autopistas en el aire. Si antes los aviones volaban a 2 mil pies de distancia, uno sobre otro, hoy lo hacen a mil. El avance radica en que las aeronaves son más eficientes entre 35 y 36 mil pies, y actualmente más vuelos se realizan cerca de ese umbral.

Los avances no sólo benefician a las grandes compañías. Cualquier piloto particular puede dar a conocer su plan de vuelo antes de cualquier despegue en internet y enterarse de las condiciones meteorológicas del aeródromo donde arrivará con webcams actualizadas cada 10 minutos.

Aunque el riesgo de accidentes está latente, Chile es uno de los cielos más seguros del mundo según el "Eagle Award". El director de la DGAC, José Huepe, lo resume en una sola frase: "Esto significa que Chile obtuvo el Nobel de la aeronáutica".

CIFRAS CELESTIALES: Cuánto se vuela en Chile

263 mil movimientos de aeronaves nacionales e internacionales se registran al año.

11 millones de pasajeros se mueven al año.

97% del territorio nacional está cubierto por radares.

32 millones de kilómetros cuadrados controla Chile en el espacio aéreo internacional.
 
  Fuente: diario.elmercurio.com