El Sistema Autónomo con Capacidad para Aproximaciones y Aterrizajes (AALC) ha sido desarrollado por BAE Systems para el Laboratorio de Investigación de las Fuerzas Aéreas de EE.UU (USAF).
Las pruebas tuvieron lugar en un Lockheed Martin C-130H en Edwards AFB, con el objetivo de demostrar la posibilidad de aterrizar sin visibilidad alguna, según explicó el ingeniero jefe de BAE, Darroll McAlinden.
El sistema fusiona las imágenes procedentes de un radar de 94 Ghz de longitud de onda, y un sensor infrarrojo de 1-5 µm, sobreponiendo la simbología aeronáutica y presentando el resultado en unos dispositivos de presentación de datos frontales (HUD). Otro dispositivo situado en la parte inferior suministra a los pilotos datos del radar para ayudar a los pilotos a determinar la distancia a los obstáculos visibles en el HUD.
Para cada parte de los escenarios presentados, "el sistema, a partir de los datos (del radar e infrarrojos), determina cuál tiene más detalles y lo selecciona", asegura McAlinden. Ambos sensores ofrecen características de penetración meteorológicas complementarias. "Si la niebla oscurece el FLIR en la distancia, predomina el radar".
BAE ha diseñado HUDs especiales de alto brillo para el programa AALC, utilizando proyectores digitales ligeros. El radar está instalado en el morro del avión, y el FLIR en la parte lateral de l aparte anterior del fuselaje.
Fuente: Flightglobal
ADG / FG/Foto: Rafael Álvarez Cacho