la playa pública más grande de Cancún, a fin de ''respetar el orden jurídico'' y dar ''certeza legal'' a los inversores.

"Nos guste o no, fue una venta jurídicamente correcta'', ha señalado el funcionario. ''Sí hubo errores de tipo moral, pero no jurídico. Mi obligación es respetar el estado de derecho''. Consideró que la única forma de revertir esa venta sería con un juicio, pero previó que ''difícilmente se podría llevar a cabo''.

Gómez Mont afirmó, durante una conferencia de prensa ofrecida en Cancún, que se daría ''un pésimo mensaje'' a los inversores extranjeros si se anulara dicha venta, que permitirá a propietarios privados quedarse con un tercio de la playa pública más importante de este centro. ''Tengo la meta de obtener inversiones por 20.000 millones de dólares, y apenas voy en 1.500 -dijo el director de Fonatur-; nosotros no podemos estar invitando a los extranjeros a que vengan a invertir y luego decirles: 'fíjate que ya no se puede'''.

El Fonatur vendió a finales de 2005 parte de playa Delfines con el argumento de que esos terrenos, que la sociedad local consideraba playa pública (más de 300 metros lineales), en realidad estaban divididos en cinco lotes, algunos de los cuales podían ser comercializados. Miguel Gómez Mont aseguró que la división de playa Delfines en cinco lotes se inició en 1996, y era de conocimiento de todas las autoridades, por lo que la venta de tres lotes fue legal. Dos de esos lotes fueron vendidos a un grupo de inversores italianos que construirá el proyecto condominal La Herradura. Los lotes están ubicados a ambos lados de la playa pública.
 
fuente:Caribepreferente.com