Tras semanas de múltiples y extensas reuniones, la Compañía Aérea Italiana, formada por un grupo de 18 empresarios italianos dispuestos a invertir 1.000 millones de Euros para comprar la aerolínea de bandera, decidió retirarse.

Sólo tres (CISL, UIL y UGL) de los nueve sindicatos que representan a los trabajadores de Alitalia habían aprobado el plan industrial de la CAI.

Por su parte CGIL, el mayor sindicato del país, de orientación progresista, y los representantes de los pilotos, asistentes de vuelo y personal de tierra, presentaron una contrapropuesta y pidieron más tiempo a la CAI.

Pero los empresarios dijeron que no disponían de más tiempo ya que la situación económica acuciante y la crisis internacional no permitían prolongar las negociaciónes.

El ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi, anunció que "se abre el camino que lleva a la quiebra de todas las sociedades del grupo Alitalia, debido a la limitada liquidez de la aerolínea".

Por su parte, Augusto Fantozzi,  comisario extraordinario nombrado por el Gobierno para gestionar la crisis de Alitalia, indicó,  "que la compañía aérea volará hasta que se acabe el dinero y después ya se verá".

Redacción Portal del Uruguay
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