La nacionalización de la fábrica aeronáutica situada en las afueras de la ciudad de Córdoba está en estudio desde 2007, cuando fue impulsada por el Ministerio de Defensa dentro de una estrategia de asociación con otras empresas de la región, como la brasileña Embraer y la chilena Enaer.
Con esto se apunta a promover el desarrollo de la industria aeronáutica argentina mediante contratos con proveedores locales de piezas de aviones.
La iniciativa le costará al Estado unos 100 millones de pesos (unos 27,4 millones de dólares), según fuentes citadas por el diario Clarín, de Buenos Aires, que indica que será anunciada el martes próximo por la presidenta argentina, Cristina Fernández, con ocasión de una visita a Córdoba (centro), capital de la provincia homónima.
En noviembre de 2007, el Gobierno argentino acordó con Lockheed una eventual transferencia de la fábrica luego de que una auditoría externa evalúe las instalaciones y equipos con el fin de hacer una tasación de esos activos.
Para concretar la operación hace falta además que el Gobierno consiga el visto bueno del Parlamento, al que aún no le ha enviado el correspondiente proyecto de ley.
Portavoces de Lockheed aseguraron que están a la espera de que se les comunique la decisión de concretar la operación y de que el Gobierno cumpla en pagar lo que corresponda.
La compañía estadounidense ha entregado la mitad de los doce aviones de entrenamiento militar Pampa AT-63 acordados por contrato con el Gobierno, indicaron las fuentes.
La Fábrica Militar de Aviones es también la proveedora del servicio de mantenimiento de las flotillas de Aerolíneas Argentinas y su subsidiaria Austral, que está en proceso de expropiación al grupo turístico español Marsans, según una ley aprobada el año pasado por el Parlamento.
La factoría da empleo a unos 1.100 trabajadores y fue privatizada en la década de los años 90 por el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999) para que la Lockheed modernizara una flotilla de aviones de combate Skyhawk A4, que Estados Unidos dio de baja en los años 70 y fue comprada a muy bajo precio.
El proyecto de nacionalización fue analizado por el jefe del gabinete de ministros, Sergio Massa, con el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, quien le dio su apoyo durante una reunión que ambos mantuvieron en Buenos Aires a mediados de febrero pasado.
Schiaretti le trasmitió a Massa su satisfacción por la iniciativa y subrayó el saldo negativo que para la actividad aeronáutica ha significado la concesión a Lockheed, según un comunicado difundido al cabo de esa reunión.
No tengo dudas de que la recuperación de la Fábrica de Aviones permitirá avanzar en asociaciones estratégicas con otras grandes compañías del rubro y, a partir de allí, retomar el desarrollo de esta actividad industrial de alta tecnología, que abarca también el potencial crecimiento de empresas nacionales proveedoras, remarcó.
El Gobierno de Fernández ha expresado en varias ocasiones la intención de formar una asociación estratégica con Embraer para apuntalar el desarrollo de la industria aeronáutica argentina al calor de la experiencia de la compañía brasileña.
Fuente: www.aviaciondigital.com