Un portavoz de NAA, la autoridad aeroportuaria de Narita, situado en Chiba, al este de Tokio, dijo esta tarde que es prematuro fijar la fecha de la reapertura de la pista donde se estrelló el avión MD-11 de la empresa FedEx, causando la muerte de sus dos ocupantes.
En la pista A se encuentra boca abajo el fuselaje del aparato, completamente calcinado y con sus restos esparcidos a decenas de metros de distancia, pero no será retirado hasta que concluyan las investigaciones, lo que ayer martes provocó más cancelaciones y desvíos de vuelos, sobre todo internacionales.
Esa es la pista que permite el aterrizaje de los aviones de mayor tamaño, como el Airbus 380 o los Boeing 747 y 777, por lo que los vuelos internacionales de mayor duración, como los destinados o procedentes de Europa y EEUU, están siendo los más afectados.
En el aeropuerto internacional de Narita aterrizan y despegan hasta 546 aviones al día, 370 de ellos por la pista A. Según la agencia Kyodo, será preciso además reparar unas luces que se rompieron con el accidente del avión de carga, que se cree causado por los fuertes vientos que había entonces en la zona, de hasta 72 kilómetros por hora, que desestabilizaron el aparato.
La otra pista del aeropuerto, la B, está no obstante operativa y permanecerá funcionando hasta bien avanzada la madrugada de este martes, unas cuatro horas más de lo habitual, para permitir la salida y entrada de un mayor número de vuelos.
En rueda de prensa, el responsable de las investigaciones, Ikuo Takagi, explicó hoy que se recuperaron partes del avión fuera de la pista, lo que pudo deberse al fuerte viento o a la violencia del golpe.
En total ANA y JAL cancelaron el martes 75 vuelos que afectaron a unos 20.000 pasajeros, según la agencia local Kyodo.
Los mostradores de JAL permanecían desiertos en Narita mientras algunos pasajeros negociaban con las aerolíneas dónde pasar la noche y las pantallas de llegadas mostraban cómo la mayoría de los vuelos habían debido aterrizar en otros aeropuertos.
Algunos pasajeros explicaron que habían decidido pasar la noche en el aeropuerto a la espera de sus conexiones, aunque sin saber si sus vuelos estarán operativos mañana.
El siniestro ha sido el primer accidente aéreo mortal ocurrido en el principal aeropuerto de Japón desde su apertura en 1978.
El piloto y el copiloto del avión de carga, ambos estadounidenses, fallecieron al estrellarse el aparato en el aterrizaje, sobre las 6.50 hora local (21.50 GMT del domingo), en unas imágenes que fueron grabadas por las cámaras del aeropuerto. El avión, que procedía de Cantón (China) y cubría un vuelo regular, se incendió de inmediato y los bomberos tardaron dos horas en extinguir las llamas.
Los fallecidos son el piloto Kevin Kyle Mosley, de 54 años, y el copiloto Anthony Stephen Pino, de 49 años, según la policía japonesa.
El Ministerio japonés de Transportes cree que el suceso fue causado por el fuerte viento que había en la zona en ese momento, superiores a los 72 kilómetros por hora, según la agencia Kyodo.
Los controladores aéreos del aeropuerto alertaron al avión siniestrado de las fuertes ráfagas de viento y la posibilidad de que cambiara de dirección hasta una altitud de 600 metros, agregó Kyodo.
Fuente:www.aviaciondigital.com