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Para mañana, se anuncia el lanzamiento de un evento que se desarrollaría en
el Este, el año próximo, para el cual fuimos insólitamente invitados, acción que supone, lisa y llanamente, una provocación.
El lunes 16 de marzo, en el artículo
Un paso al costado , a nuestra manera, nos pronunciamos en relación a este tema.
No quisimos hasta el momento volver públicamente a la cuestión; en su momento decidimos ignorar todo lo que viniese al respecto, dado que si hubiese sido por nuestra voluntad, otra hubiese sido nuestra actitud.
Pero, el envío de la invitación para participar de este lanzamiento y además, la llamada en el día de ayer, de una secretaria para chequear si la habíamos recibido, constituye una provocación, una "mojada de oreja" que no podemos pasar por alto.
No vamos a concurrir obviamente, no vamos a convalidar con nuestra presencia el lanzamiento de algo que se gesta a partir de la traición, de la falta de ética y del incumplimiento de las más elementales obligaciones que se asumen cuando se celebran acuerdos, convenios, sean éstos reflejados en el papel o pactados de hecho.
Obligados a respetar la voluntad, aunque la entendamos equivocada, de quien fue nuestro compañero en la edición inicial del evento que hoy se anuncia, desistimos, mejor expresado, interrumpimos las acciones que habíamos iniciado y en esa oportunidad, encomendamos muy íntimamente la dilucidación de este ingrato tema, a la Justicia Divina.
Que Dios los juzgue, que a nosotros no nos desampare y que los hombres, sepan quien es quien.
SAH