La de hoy, es una instancia mucho más imnportante de lo que se podría suponer a priori. A partir de hoy, dejando de lado los discursos y las posturas personales, es cuando se debe comenzar a demostrar si se está o no de acuerdo, con la idea de trabajar, desinteresadamente en pro del turismo.

Los uruguayos somos muy proclives a criticar y quedarnos por allí. Tiramos la piedra y escondemos la mano. A menudo nos quejamos que no hay ámbitos idóneos donde poder expresarse y hacer algo para cambiar el actual estado de cosas.

En los corrillos, en nuestras recorridas por los sitios habituales, de reunión y confraternización, es cosa de todos los días, oír quejas y acusaciones hacia todo lo que se mueve y hace.

Hay algunos integrantes de la actividad que militan en partidos políticos; otros, integran asociaciones, cámaras, o algún organismo relacionado con el sector; pero existe una inmensa mayoría que no está ni en un lado ni en el otro y siente la necesidad de expresarse, de hacer y no sabe donde.

 Otra caracterídtica bien uruguaya es el pesimismo y fueron varios quienes anunciaron y aun lo siguen haciendo, que ya han integrando muchos intentos similares a éste y los han visto fracasar por diversas razones.

Con el verdadero espíritu de trabajar en pro del turismo; sin banderías políticas; en contra de nada ni de nadie ; a favor de la actividad, para colocarla en el sitial que se merece dentro del espectro de la economía nacional, fue que invitamos a muchos amigos que por diversas razones, están en contacto permanente con nostros. Desde el principio hemos dicho que este grupo es abierto y por lo tanto, no está vedado el ingreso a nadie. Alcanza con estar vinculado, involucrado de alguna manera con el turismo o simplemente, sentir el interés o la necesidad de aportar. Estamos a la orden para evacuar consultas.

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