Es antiturista porque su forma de recorrer el país visitado no es la usual a la recorrida por el turista. Estos visitantes también son conocidos como mochileros (concepto nacido en Australia en los 80), viajeros con presupuesto, exploradores, nómadas, trotamundos, errantes, etc. Cual fuera el concepto, el turismo joven y estudiantil es un nicho lleno de tecnología, información y conocimientos.
Estos jóvenes son una herencia. Durante la época del Grand Tour, entre 1660 a 1820, jóvenes aristócratas del Reino Unido recorrían el mundo por varios meses hasta años en busca de la diversidad de culturas como una forma de aprendizaje. Viajes similares surgieron en el norte de Europa hasta esparcirse a Norteamérica.
Hoy en día, encontramos a más de 200 millones de viajeros jóvenes entre 18-35 años, el 25% de las llegadas internacionales mundiales (con crecimiento anual entre 2-5%), contribuye con más de $55 billones a la economía mundial, en busca de nuevos destinos donde sumergirse a una experiencia auténtica para poder ganar un estatus. Entre más consiguen valores agregados (valor por su dinero) y viven experiencias únicas desde viajar en "chicken bus" (autobuses pollos), quedarse en albergues o hasta ir a los mercados públicos o probar "shuco" en El Salvador, mejor estatus como un "viajero" se consigue.
Con los bolsillos llenos, vienen listos a comprar cualquier experiencia nueva. Sin embargo, debido a que ellos han recorrido el mundo y saben ser independientes y listos, no gustan que les tomen el pelo. Ellos quieren ser parte de los locales en cada pueblo, ciudad o senda visitada.
Viajan por largo tiempo como un rito de pasaje para salir de la rutina diaria. En la vida cotidiana ejemplos serían lapsos en medio de estudios, rompimientos con parejas, crisis de trabajo por estrés o demasiada responsabilidad entre otras. Quieren sentir un retorno de confianza, independencia y ser lo que normalmente son, autosuficientes.
El secretario general de la Organización Mundial de Turismo (OMT), Francesco Frangialli, reitera que el turismo de jóvenes es el pionero al desarrollo mundial (ecológico, social y económico). Es por esto que la constante investigación de este viajero que suele ser retorno de inversión para muchos países continúa.
Con una población mundial del 30%, el turismo joven es acogido por destinos tales como Australia con 490,000 llegadas y $2.7 billones en contribución; el Reino Unido donde representan el 36% de llegadas internacionales, 45% de estadías (noches) y el 39% del gasto; Tailandia donde sobrepasan el millón; y Sudáfrica ya registró un tercio en el total de sus llegadas. Indonesia, Nueva Zelanda, Fiji y otros no se quedan atrás en empezar a darle valor a este mercado.
En Latinoamérica, en los últimos años se han creado productos para el turismo joven en Argentina, Chile y Brasil. En Perú, donde aproximadamente 400,000 podrían ser turismo joven, 10 cadenas de hoteles europeos y norteamericanos quieren invertir en Cusco, "tras que solo mochileros recorrían anteriormente el destino".
Y en Centroamérica los viajeros con flexibilidad en su tiempo suelen visitar destinos tales como Utila, en Honduras; Antigua Guatemala donde se observan más de 1,000 jóvenes viajeros por mes; Corn Islands, en Nicaragua; Santa Elena, en Costa Rica; y en Belice, Caye Caulker. En El Salvador, aunque la investigación sea mínima, jóvenes llegan al país. Los comentarios son favorables con la genuina experiencia vivida ya que suelen ser recibidos cordialmente por muchos salvadoreños.
Fuente: laprensagrafica.com