Le respondo: Buenas tardes. Sí, por supuesto. (Me dirijo a un cajón de la recepción y tomo un mapa de la ciudad). Ud. esta aquí (y le señalo la situación del hotel). Ud. debe tomar esta calle
(y le voy dibujando el recorrido que debe de tomar). Y, por fin, llega a la Catedral de La Seo.
El señor me dice: Muchas gracias. La información esta muy bien pero el problema es que me estoy orinando (a lo que el cliente acompañaba con un apretón en sus partes).
Fuente: historiasenhoteles