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Jueves, 15 Noviembre 2007 20:20

Según que ojos sean los que miran el bloqueo y sus efectos

  por Sergio Antonio Herrera

14 NOV 07 PDU
¿Quién en su sano juicio podría negarle razón al planteo de Augusto Victorica que publicásemos el pasado martes 13?

Pero la situación de la empresa CAUVI, es sólo una parte del gran problema que aqueja a  nuestro país, a nuestra economía, a nuestra soberanía, a nuestra dignidad y ¿por qué no? a nuestro orgullo.

Lógico, para observadores en perspectiva como nosotros, es sólo una parte,pero para el amigo Augusto, es "toda" la parte.

Para evitar malos entendidos y mucho menos con alguien a quien apreciamos y conocemos desde hace larguísimos años, tantos casi, como los de nuestra trayectoria en la actividad, queremos decir que la situación que le ha tocado vivir a CAUVI, a la familia Victorica y a todo el equipo de la empresa, como así también a sus colegas, es algo tan demencial y propio no ya, del subdesarrollo,  parece más bien, un cuento de ciencia-ficción. Dejamos constancia que lo entendemos y como ya lo hemos expresado, inclusive personalmente, es de una injusticia absoluta.

Pero aún así, nosotros no queremos perder nuestra mirada, nosotros no cambiamos nuestra convicción y separamos, la paja del trigo.

La disyuntiva histórica de nuestro país, pequeño país, es acerca de la forma en que pueda generar riqueza y empleo, pues debe generarla, si o si.

Una de esas formas, para no excedernos en detalles ya sabidos, la representa la instalación de plantas como la de Botnia por ejemplo.

Es un secreto a voces que los finlandeses vinieron a parar al Uruguay porque les pareció un país serio ( fínísima forma encontrada para no decir que llegaron corriendo y asustados por el monto de las coimas pedidas del otro lado del río de la discordia).

Los subvencionados activistas piqueteros, toman protagonismo, enarbolando las banderas de la lucha contra la contaminación, instalada por los gobernantes provinciales que vieron como su botín, cruzaba el río.

Al mejor estilo del perro del hortelano éstos dijeron: no se instalan de este lado pero de aquél, no van a a funcionar.

Y no tuvieron el más mínimo escrúpulo en "llenarle la cabeza" a su pueblo y así surgieron todos los fantasmas que repiten los niños, las mujeres, los ancianos, todos, ante los micrófonos y las cámaras: la contaminación, el cáncer, la malformación en los futuros nacimientos, olores nauseabundos. Pero también, a pesar que la separación es de casi treinta quilómetros, les afectaría la contaminación visual, por la chimenea, dicen.

Entonces, si de embarrar la cancha se trata, dijeron "la embarramos" y vaya, si lo hicieron.

Ya lo expresamos en notas anteriores: más allá de partidarismos o de ideologías, sin pasar ni por un momento por el tema electoral o político, la gran diferencia que existe entre algunos de allá y TODOS los de acá, es que aquí respetamos la institución presidencial y CREEMOS en lo que dicen nuestros técnicos.

A diferencia de Augusto, a nosotros nos sirve más lo que dicen nuestras autoridades: "los niiveles de contaminación serán insignificantes y si así no fuera, la clausuramos y listo", que lo que podría llegar a decir Botnia.

Sea cual sea el momento, las condicionantes y demás, la empresa está obligada a tener fidelidad con un sólo protagonista de este entuerto: el dinero.

Como pàrte involucrada e interesada, queda descartada de antemano en la tarea de convencer que no habrán   riesgos.

Todos quienes estamos en el mundo de los negocios, conocemos la estrategia del "bueno y el malo".

Generalmente se aplica en los negocios pero también en otros ámbitos y el político, no escapa a tal posibilidad.

El matrimonio K, por un breve lapso de historia, nos hizo alentar la esperanza que Cristina venía con la solución; los hechos ya lo desmintieron.

Pero lo que jamás debemos mezclar nosotros, es la verdad de esta historia; los agredidos, perjudicados, jaqueados, bloqueados y hostigados, somos nosotros.

En lugar de alegría por una gran inversión y puestos de trabajo, lloramos lágrimas de sangre por el bloqueo.

Pero lo peor de todo, es quejarse de traición como hace K, echando en cara el voto ...¿cómo se llama?, antes era el "Voto Buquebús", ¿ahora debemos creer que fue el voto K?.

No confundamos aserrín con pan rallado; si con feriados y facilidades para votar, la idea es que se compraba al presidente de este país, estamos más convencidos aún que fue acertada la conducta de Tabaré.

Volviendo a CAUVI, si todo lo relatado (no dudamos) es como lo cuenta Victorica, estamos de acuerdo en que debería haber tenido algún tipo de apoyo o subvención o reintegro o como se le quiera llamar por parte del Estado (aún se está a tiempo).

Pero una vez más, por un lado van la soberanía y la dignidad, por otro, bien apartado, los balances o resultados comerciales.Nos vemos.