Nos cuesta mucho separar la realidad de los colores; podemos ser adjetivados como traidores si elogiamos a un adversario político o deportivo.
Ese es el escenario que se le presenta invariablemente a todas las fuerzas políticas que gobiernan y del cual, obviamente no escapa la actual administración progresista del Frente Amplio.
Entonces, cuando uno asiste en cumplimiento de su función periodística a un evento como el celebrado el martes pasado en Solanas, como fue la Reunión Abierta de la Cámara Uruguaya de Turismo, toma asiento y se dispone a escuchar si, pero también a observar, va sacando conclusiones.
Tímidamente, midiendo las palabras, muchos protagonistas del turismo fueron elogiando la seguridad, la actuación de las intendencias, el apoyo de los ministerios y en algunos casos, como buscando la forma de "decirlo de una vez", apelando al humor para expresarse.
Todos, sin excepciones, han reconocido el incremento del turismo argentino a pesar del absurdo bloqueo.
Creemos que no ha habido, hasta el momento, nadie más crítico de esta administración en lo referido al turismo que nosotros.
Ello sólo, no nos autoriza a validar nuestra opinión actual como indiscutible pero, si, permite visualizarla en su justo contexto.
Respiramos un aire optimista; observamos en los distintos actores mesura, pero en general, satisfacción.
Observar ese clima en Punta del Este; el más chic de los ámbitos del turismo vernáculo, de cara a un gobierno progresista y a la vez escuchar al Ministro Lescano expresando su análisis individual en retrospectiva, admitiendo que ha dejado de estar en la vereda de enfrente para observar a Punta del Este, no es poca cosa.
Como lo hemos repetido hasta el cansancio: estamos a favor del Uruguay y del turismo uruguayo; por ende, seguiremos señalando, a nuestro pesar, lo que entendamos erróneo en la gestión pública y privada respecto al turismo pero también y con renovado entusiasmo, seguiremos señalando las buenas noticias y destacando las cosas positivas como las que originan este artículo.
Los partidos políticos son estructuras indispensables para el mantenimiento de la democracia de una nación pero, a la nación, la hacemos todos y cada uno de sus habitantes y aunque parezca demasiado obvio, lo mejor es vivir en armonía.
Una vez más tomamos por el atajo: hay mucho por corregir, mejorar y hacer, en general en el país entero pero, hay avances indiscutibles. Nos vemos.