La consulta argentina, que tomó por sorpresa a los funcionarios invitados, tiene como origen la gran cantidad de mano de obra especializada que ha quedado en Bolivia y Brasil por el cierre de Lloyds Aéreo Boliviano y Varig, respectivamente, y sería utilizado como instrumento para poder combatir las irracionales demandas de los directivos de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).

En la actualidad, los pilotos argentinos tienen el monopolio del vuelo de aviones de aerolíneas que tienen origen nacional. Sin embargo, la necesidad de quitarle la presión que tiene sobre las autoridades las constantes medidas de fuerza organizadas por los gremios en Aerolíneas Argentinas.

Hace unos 10 años, las relaciones entre el sindicato de empleados aerocomerciales de España (SEPLA) e Iberia eran muy duras. Las medidas de fuerza eran constantes y dejaron sin aliento a un mercado que tiene al turismo como una de sus fuentes de financiación y trabajo más importantes.

Ante la sucesión de medidas de fuerza, las autoridades le quitaron el monopolio del manejo de aviones en España. De toda Europa, pero sobre todo de los Estados Unidos y Gran Bretaña, llegaron cientos de pilotos que reemplazaron a  los españoles que fueron despedidos.

 Hoy, la nueva conducción gremial de SEPLA (como publicó CÓDIGO AÉREO) el gremio encara las paritarias 2008 buscando mayor crecimiento internacional de Iberia, mejoras en la competitividad y productividad en la empresa y condiciones de trabajo superiores.

Tanto en la Casa Rosada como en el Ministerio de Trabajo han analizado la intervención de APLA e, incluso, quitarle la personería jurídica. Sin embargo, consideran que el daño a Aerolíneas Argentinas no se podría evitar, dado que una huelga dejaría a la empresa sin vuelos internacionales y desaparecerían la mitad de los locales. Por eso se necesitan alternativas para, si es necesario, reemplazar a los pilotos rebeldes.

Por ahora, la Casa Rosada y el Ministerio de Trabajo apuestan a firmar un acuerdo por tres o seis meses en donde se fijen objetivos mínimos. En parte, haber hecho comprometer al Grupo Marsans a ingresar 6 A320 antes de julio y entrenar a los pilotos de APLA para los MD fue un primer paso en donde las partes tienen al gobierno como garante.

La jugada de la Casa Rosada es clara: si el acuerdo es cumplido por las partes, se firmaría un de más amplio plazo y con nuevos objetivos. De esta forma, se ganaría tiempo y se buscaría recrear la confianza entre las partes, destruida luego de años de pelea irracional. Pero si la tregua se rompe, el MERCOSUR de pilotos podría ser una opción que el gobierno tiene tener disponible.
 
fuente: Código Aéreo