A primera vista, parecería mas un llamado a cumplir un trámite burocrático que al cabal cumplimiento de una necesidad.
Actualmente el Ministerio cuenta con un Director Técnico o alguna denominación parecida, como el Sr. Benjamín Liberoff, una de las personas más conocedoras del tema y desde varios ángulos de cuantas han pasado por ese Ministerio.
Conocemos el esfuerzo que realiza el referido funcionario, aunque no podemos aquilatar su gestión, separada de la de los otros jerarcas ministeriales.
De todos modos, no dudamos que Liberoff, en sus viajes y permanentes contacto con los principales mercados turísticos del mundo, se ha enriquecido en experiencia y conocimientos, para redondear una gestión profesionalmente muy aceptable.
Si a esto agregamos que los resultados en cuanto a llegadas de turistas son altamente satisfactorios, como lo proclamasen permanentemente el señor Ministro y la señora Subsecretaria, se podría deducir que el desempeño del equipo ha sido por demás aceptable.
El que venga, si viene, tiene un futuro por demás acotado.
Un salario muy bajo (apenas por encima de la Canasta Básica).
Debe dejar un trabajo por otro, que además, no le asegura una estabilidad mínima.
En consecuencia, el nuevo técnico será sin duda alguien con poca experiencia que deberá demostrar su valía.
Cuando aprenda y termine de conocer los actores del turismo a escala mundial, su gestión estará llegando a término.
El perfil marquetinero que implica el nuevo cargo, tampoco parece adecuado al momento ya que cambiar de políticas sobre el fin de este período, no sería lo más acertado.
Sería deseable que la actual conducción del Ministerio, trazara los,lineamientos para una política turística de futuro, aprovechando sus experiencias y conocimientos adquiridos en estos cinco años.