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Viernes, 06 Junio 2008 05:21

Horna y Cuevas hacen historia

 EFE - El peruano Luis Horna y el uruguayo Pablo Cuevas han escrito ya la página más gloriosa del tenis de sus respectivos países al clasificarse para la final de Roland Garros, la primera de un Grand Slam que disputan dos jugadores de esa nacionalidad.


El imprevisible triunfo de la recién constituida pareja sudamericana ha sido una sorpresa en un torneo prestigioso. El último paso hacia la final lo han dado a costa del brasileño Bruno Soares y del serbio Budan Venic, a los que han derrotado en semifinales por 6-4, 6-7(6), 7-6(6).

Aunque su gloria es ya enorme, Horna y Cuevas no tienen complejos y quieren acrecentarla inscribiendo su nombre en el palmarés del Grand Slam de París, para lo cual deberán acabar con los segundos favoritos del torneo, la pareja formada por el canadiense Daniel Nestor y el serbio Nenad Zimonjic.

La envergadura del reto no asusta a Horna y Cuevas, en la cincuentena del mundo en el ránking de dobles, que ya han derrotado en este torneo a los principales favoritos, los hermanos estadounidenses Bob y Mike Bryan, sus víctimas de los cuartos de final.

Y eso que es el segundo torneo que afrontan juntos, después del que ganaron en Montevideo el año pasado.

Por el momento están escribiendo la página más gloriosa de sus países en París, aunque ya no se conforman con lo que tienen y quieren "levantar la copa", para lo que se imponen grandes dosis de calma y sosiego, según confiesan mientras disimulan mal su entusiasmo.

"No nos imaginábamos llegar a la final, sobre todo dado el cuadro que teníamos. Pero tras ganar el primer partido ya vimos que no teníamos techo y salimos a disfrutar cada partido y a tratar de jugar bien", afirma Cuevas.

El uruguayo es un doblista de cierta categoría y ha sumado varios torneos, como el de Lima, en el que participó junto al argentino Eduardo Schwank.

Con otros compañeros llegó a la final de Houston, a semifinales de Casablanca y Buenos Aires y a cuartos de Barcelona.

Pero ningún éxito de tan espléndido como la final de Roland Garros.

"Es algo importante, muy fuerte, muy grande. Es algo que hemos logrado en un torneo de la envergadura de Roland Garros y todavía no nos lo creemos", afirmó Horna, el veterano de la pareja.

El peruano ha enjugado con sus triunfos en dobles la decepción del torneo individual, en la que cayó en segunda ronda, una antes de su techo en Roland Garros, que era el objetivo que, como mínimo, se había propuesto igualar.

Cuevas y Horna se sienten bien jugando juntos y si no lo han hecho más veces es porque la mala suerte se ha impuesto entre ellos y no les ha dejado coincidir en los mismos torneos.

Es casi seguro que, de ahora en adelante, lo harán más a menudo, porque están empezando a ser una referencia, con su juego sólido desde el fondo de la pista.

Pero ninguno de los dos quiere abandonar su carrera individual, sobre todo el uruguayo, que a sus 22 años considera que tiene mucho margen de progresión y no se da por perdido.

Horna ya tiene 28 años pero dice que vive una segunda juventud. Recupera su nivel poco a poco, aunque ya no quiere convencer a nadie. De momento sólo disfruta del éxito de estar en la final de un grande.