Una historia de éxito
En 1979 se produce el gran cambio, cuando la familia, encabezada por Juan Carlos Deicas se hace cargo de Establecimiento Juanicó. Comienza una nueva visión, hasta entonces insospechada y también nuevas tecnologías, una sostenida inversión industrial, y un gran "cambio de mentalidad" para poder afrontar los nuevos desafíos.
1980 La reconversión
El primer paso fue reorientar completamente el Establecimiento, dedicado a la explotación de vinos finos, y

Mediante un estudio de suelos y cultivos sin precedentes, en Uruguay se descubre que la región posee las mismas virtudes que la zona de Burdeos para el cultivo de vid.
A partir de este hallazgo se decide ensayar el cultivo de las variedades más notorias de Francia.
Comienzan entonces frecuentes viajes a Europa, Francia e Italia principalmente, fluidos contactos con Consultorías y expertos de Australia, EEUU, Argentina y Chile, en busca de mayor conocimiento y nuevas tecnologías.
Estuvimos allí
Con la excusa de una degustación a la cual fuimos gentilmente invitados, quisimos comprobar con nuestros propios ojos, el porqué del buen nombre de este establecimiento pero, fundamentalmente, fuimos a buscar la confirmación, en este terreno, de una de nuestras mayores convicciones con respecto al turismo.
Nosotros sostenemos, desde siempre, que el producto Destino Turístico Uruguay deber ser, construído y marquetineado en forma artesanal.
Uno de los temas que siempre nos interesa conversar con quienes entienden de vino es acerca del Tannat y no tuvimos mejor idea que confesarnos proclives al Cabernet Sauvignon y declararnos en duda acerca del Tannat y del éxito en el exterior.
La respuesta, como había sido la charla de presentación de Blumetto no dejó lugar a dudas: "La elección del Cabernet Sauvignon es inteligente; quizás sea la variedad que es más paeja en el mundo entero y es muy difícil que encuentres alguno que te desagrade. El Tannat es algo muy diferente, en nuestro país se han dado las condicionantes ideales para obtener un vino de excelente calidad.
La uva Tannat lleva más de cien años en nuestro país; fue introducida por Pascual Harriague (Don Pascual es en su homenaje) y es recién en esta nueva era del vino en nuestro país, que se llega a conocer las posibilidades de la especie.
Para ello han influído diversas cirscunstancias, entre ellas,el terroir, barbarismo muy frecuente cuando se habla de agricultura y especialmente de vino, que encierra las características del suelo, horas de sol, precipitaciones, viento, altiutud y las técnicas locales de vinificación y viticultura.
Otro aspecto fundamental es la ubicación geográfica del establecimiento, en el paralelo 34, el mismo en el cual se encuentran por ejemplo Mendoza, Santiago y Sudáfrica, excelentes productores.
Juanicó es quizás, la marca más prestigiosa a nivel internacional; procesa la colecta de 240 hectáreas y compra además, el producto de otras 140.
El raleo (descarte) de la cosecha que se realiza en enero, llega a deshechar más del 50% de la uva y esa acción, que asegura la excelencia de la materia prima, solamente puede llevarse a cabo con la directa intervención del ojo humano; es impensable hacerlo mecánicamente."
Ing. Agr. Gustavo Blumetto del Depto.Vitícola; Mercedes Pérez de Almena,la distribuidora de Juanicó; María José Arcelus, RR.PP de Almena y Enólogo José María Lez Secchi, Gerente Técnico de Juanicó.
Pero ello no es todo; lo artesanal del proceso continúa en todos y cada uno de los pasos hasta que el vino cae en la copa.
El equipo es uno solo y está conformado por los técnicos, funcionarios y los mismos propietarios; las degustaciones y el someter los productos a continuos chequeos, ya forman parte de la rutina y en los mismos se involucran a clientes, a proveedores, amigos, periodistas y en base a las opiniones se avanza o se corrige.
Ejemplo a imitar
Quienes siguen nuestro trabajo recordarán que en varias oportunidades hemos sugerido, cuando se habla de la creación del perfil turístico del producto Uruguay y su correspondiente promoción en los mercados emisores, que se consultara a los vitivinicultores uruguayos acerca de todo el proceso que les había depositado en la buena instancia actual.
Hoy lo reafirmamos; el vino uruguayo no se elabora ni se promueve como las galletitas o los neumáticos, de modo masivo.
El vino uruguayo es el producto de un trabajo artesanal de excelencia y el márquetin en el exterior, se efectúa en forma directa.