experiencia y hemos agregado que, en casi todos los casos, esos protagonistas no son universitarios.
No nos asustan en absoluto los varios frentes que hemos abierto con nuestra opinión, son -de algún modo- lógicas reacciones.
Pero, como en algún momento, algún o algunos universitarios van a sentirse aludidos o menospreciados o no se me ocurre que otra cosa, queremos fijar claramente nuestra posición.
Somos respetuosos de quienes ostentan virtuales diplomas de la Universidad de la Calle pero, tenemos claro (citamos a Kessman) que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
Solamente con el paso del tiempo y de los años, un hombre puede entender cuan diferente podría haber sido su vida si hubiese accedido a la Universidad; es mi caso concreto, lamento profundamente no haberlo hecho.
Con mayor convicción aún,respetamos a los poseedores del real título universitario y de alguna forma, admiramos su logro.
Hechas estas precisiones, decimos lo que decimos porque, a los protagonistas que nos referimos, a los idóneos, a los preclaros que queremos sean convocados, son hombres y mujeres de nuestra generación, la que se ubica entre la segunda y la tercera en la historia del turismo uruguayo.
La mayoría de ellos no tienen título universitario pero cuentan con un bagaje de experiencia tal, que es un gran pecado no convocarlos.
Los actuales universitarios del turismo, jóvenes y valiosísimas figuras, tienen sobre sus hombros la gran tarea de sostener y proyectar la actividad pero, deben hacer camino al andar, deben acumular experiencia, deben curtir la piel, tienen que hacer que el plato de la balanza de la teoría, al menos, se acerque al de la práctica .
El siglo XXI nos sorprende con la revolución tecnológica y nos rebela con las inequidades y los enormes errores de cálculo.
Con total desparpajo hoy se anuncia un logro y mañana, los mismos portavoces, lo desmienten; nada de lo que se anuncia hoy, es definitivo, siempre puede llegar la noticia que se desvirtuó.
Antes la pasta era contraindicada para la dieta del deportista ("se comían dos platos de ravioles e iban a jugar en primera..."; hoy en día los carbohidratos son ampliamente recomendados.
Como siempre decimos: es apenas nuestra verdad, no es, o no pretendemos que sea, LA verdad.
Vuelvo a algo que ya he manejado en alguna oportunidad "convoquemos al consejo de ancianos" como hacían los indios.´
También, como hacían los indígenas, podemos no hacerlo y jodernos. Nos vemos.