autóctono inhibe la promoción, el elogio.

En setiembre del año pasado, en Solanas, en el marco de una reunión de la Cámara de Turismo para el tratamiento del marco jurídico del turismo, escuchamos lo que para nosotros, fue hasta ese momento, El mejor discurso del Ministro de Turismo ( y Deporte) Decíamos sobre el mismo: "Transcurridos los dos años y medio de gobierno y de esta administración en el turismo; luego de una serie de desencuentros, señalados desde nuestro espacio editorial, como quizás, nunca se había hecho en la historia del turismo en el Uruguay, luego de escuchar el viernes 14, en el espectacular Solanas Convention Center su discurso, el Doctor Lescano nos hace alentar la esperanza que se puede esperar, de su gestión, en la segunda mitad, una conducción con mayor firmeza y estilo personal."

Más adelante, decíamos: "lo realmente importante de su discurso fue, el plantarse firmemente, públicamente, en una actitud crítica a la insostenible realidad de un Ministerio compartido por dos actividades que poco y nada tienen en común como el turismo y el deporte y anunció, inclusive anticipó que aún no contaba con la anuencia presidencial,pero que estaba dispuesto a llevar adelante la iniciativa para la creación de una Ley del Deporte cuyo primer artículo disponga, la creación del Ministerio de Deporte, dejando por ende, el que nos interesa, solamente como de Turismo."

Finalizábamos nuestro artículo diciendo:"Como alguna vez se lo hemos dicho personalmente al propio ministro, somos felices cuando podemos trasmitir buenas noticias para el turismo, creemos que éstas, son excelentes y pueden ser históricas. Estaríamos ante el primer ministro de turismo con línea directa a presidencia y con indisimulable influencia en el entorno partidario interno, que se convence, cuando aún le queda la mitad de su gestión por realizar, de la importancia de esta actividad."

No era fácil, menos para nosotros, jugar ese pronóstico; nuestra apuesta era, evaluando el peso político de Lescano dentro de la fuerza política de gobierno, que pìsara el acelerador y redoblase el esfuerzo en aras de la actividad.

A pesar del silencio general e inclusive, de algún comentario del estilo "es solo una jugada política en período pre-electoral", saludamos con esperanza el proyecto del Compromiso Nacional con el turismo, presentado por Lescano, a signarse el próximo 27 de setiembre, Día Mundial del Turismo.

El artículo número 7 del borrador que publicamos en esta misma edición, dice: "Que, en consecuencia, debe renovarse el compromiso de trabajar para construir políticas de Estado, de consenso nacional, identificando una mirada de mediano y largo plazo, a través de instancias institucionales de participación, jerarquizadas y representativas, como el Consejo Nacional de Turismo (CONATUR) y otras en el plano regional y local, que se apoyen en un Plan Estratégico al 2015."

Sabido es que no estamos para nada de acuerdo con la existencia de un CONATUR como el actual y que desconocemos detalles si existe un plan estratégico para el 2015.

Pero para nosotros las palabras mágicas del artículo número 7, las que vemos por primera vez en un documento oficial, además promovido nada menos que por un ministro con indiscutido peso político, es la primera parte: "Que, en consecuencia, debe renovarse el compromiso de trabajar para construir políticas de Estado, de consenso nacional..."

Principio quieren las cosas; quedará sobre la mesa la sugerencia de crear políticas de Estado, la propuesta viene del Ejecutivo, es el turno de los privados de recoger el guante y no solamente respaldar la idea, mejor sería protagonizarla. Nos vemos.