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Miércoles, 03 Enero 2007 18:13

De honestos, de opinólogos y de hipocresía.

Hay un tema que no es fácil encarar y al que invariablemente, verano tras verano, la inmensa mayoría "le saca el cuerpo":    ¿ cuál es el perfil de turista que quieren los empresarios de Punta del Este?.
En el día de hoy, leyendo la edición de un colega, nos encontramos con la opinión de alguien a quien no vamos a citar para no generarle el derecho a réplica.

El autor, que firma con su nombre y a continuación agrega "ex...." y por lo que vemos, se dedica a opinar en cuanto medio se lo permiten. Cuando recién comenzábamos con el Portal, demostrando un peligroso estado mental, dijo de nuestra página que se parecía a la de la CIA, que podíamos haber copiado algo mejor....posteriormente, le atacó la amnesia y en varias oportunidades nos mandó textos "para publicar y difundir" y en todas,le contestamos que hasta que no solicitase excusas por el disparate, siquiera consideraríamos publicarle nada; nunca se excusó.
Hoy tomamos sus dichos como disparador del análisis porque precisamente, entre mucha gente honesta y otros que abusan de la hipocresía, están también los opinólogos que rara vez, públicamente, dicen lo que este señor, quien increíblemente, alguna vez integró el Poder Ejecvutivo y  hasta nos representó en el exterior.
En una extensa nota, en la parte medular dice que el corte de los puentes ha significado un beneficio para Uruguay pues ha hecho llegar a Punta del Este a quienes deben llegar, los turistas de alto poder adquisitivo y por el contrario, ha impedido la llegada, de, según él, los que no deberían venir.Para quienes leen esta nota en el exterior y no conocen la problemática local, debemos aclararles que esta opinión no es nueva ni exclusiva.
Quienes así opinan, cuentan una parte de la verdad, cuando pasa esto, el resultado es peor que una mentira.
Afirmaciones así,haciendo abstracción del agravio que significa para quienes consideramos hermanos como al argentino medio,
se pueden dar sin problemas, entre el 15 de diciembre y el 6 de enero de cada año, cuando Punta del Este está como ahora: "estallando" como dice nuestra corresponsal en su informe.
Alguien lo tiene que decir: algunos empresarios de Punta del Este y muchos de  quienes dependen de una buena temporada, querrían que el perfil del turista que viene, sea el de gran poder adquisitivo, el que consume sin mirar "la columna de la derecha" y si se les asegurara que con ese tipo de visitantes, se cubren las expectativas, sin dudarlo, irían a sentarse con los asambleístas de Gualeguaychú "para que no lleguen los otros...".
En la edición de ayer finalizábamos nuestro editorial precisamente, vaticinando que Punta del Este, a la luz de la explosión de la construcción que vive, va camino, pausada, pero inexorablemente a la masividad.
Entonces, hay opinólogos que dicen disparates; hay honestos, involucrados 100% con la vida, el estilo y la economía puntaesteña que sin dudarlo apuestan a la calidad y rechazan la cantidad. Sin descartar otras opiniones eventuales, existen los hipócritas, los que hablan de glamour, de elites, de castas y hasta de sangre azul y al finalizar la temporada, si no vinieron los "otros" en buen número, lloran por el bolsillo.
Gran dilema de márquetin para Punta del Este; algún día, habrá que hincarle el diente.

Sergio Antonio Herrera
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