
por Sergio Antonio Herrera
Pero en vez de ver llorar la Biblia junto al calefón, lo que vemos, es
un desfile de consultores extranjeros, impuestos por las condiciones
abusivas de los organismos que financian los clusters que llegan como
por arte de magia al país.
Invito a los meticulosos, a los estudiosos, a tomar nota de todo lo que supuestamente se está ejecutando con miras a mejorar el turismo de nuestro país, para ver, dentro de unos años, si alguno de ellos llega a construir algo positivo.
Cuando en nuestro artículo
Los consultores uruguayos de turismo deberían radicarse en Barcelona, dijimos que nos seguían vendiendo espejitos, desde todos los sectores nos llegaron comentarios coincidentes en el juicio y la molestia que generó la disertación de una consultora catalana contratada por el naciente conglomerado montevideano que provocó vergüenza ajena con su discurso.
El domingo último, cuando hicimos uso de la palabra en el marco de la 6ª Regional de la Cámara de Turismo en La Paloma, no llegamos a terminar de manifestar nuestra advertencia sobre este tema, pues nos interrumpió la audiencia con un espontáneo y sostenido aplauso.
Una vez finalizada la reunión, hablando con el Director de Turismo de Rocha, Pedro Quartino, nos confirmó que las condiciones del cluster en el que están trabajando, exige la contratación exclusiva de consultores extranjeros.
Entonces, avalados por las autoridades nacionales, los organismos internacionales que supuestamente nos benefician con sus programas de capacitación, investigación y varios etcéteras, ningunean groseramente a los técnicos uruguayos y los dejan sin posibilidades de trabajar y lo que es peor, sin la chance de aportar su conocimiento sobre un destino que conocen, sobradamente, muchísimo mejor que los fenómenos importados.
Acabamos de asistir, todos, al fracaso más ruidoso de las más cotizadas recetas de los grandes cerebros pensantes del primer mundo y al parecer, no nos ha servido de nada.
Sostenemos desde hace años, está colgado convenientemente en este sitio en varios artículos, que un destino turístico como Uruguay, no puede venderse como galletitas o neumáticos, no puede pensarse con la misma óptica marquetinera de las multinacionales de siempre.
Seguimos yendo a la deriva, continuamos promoviendo nuestro país con la receta de la confusión.
Lo vamos a decir por primera vez y lo hacemos con gran orgullo: DEBEMOS SER DE LOS POCOS QUE NO FUIMOS INVITADOS A NINGUNA INSTANCIA DONDE SE PRESENTARAN LOS PLANES O METODOS PROMOCIONALES ACTUALES; por algo será.
Pero también es hora de una seria reflexión, de esas que sabemos que molestan, de las que quizás, deberíamos callar para no seguir destapando cacerolas que en algún momento volarán contra nuestra cabeza, pero, ahi va:
Si muchos coinciden con nosotros, si estamos de acuerdo en que nos imponen lo que no nos sirve, ¿es honesto seguir aceptando préstamos no retornables voluminosos como los que están llegando?
Duele la falta de respeto a los técnicos nacionales y lastima, el atropello al orgullo nacional que perpetran desde el Norte con aliados autóctonos que guardan muy bien el silencio hasta que se presenta en sociedad el hecho(habíamos escrito curro y como quedaba muy fuerte lo corregimos) consumado. Nos vemos.