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por Sergio Antonio Herrera
Se percibe, en los últimos tiempos, que lo que tantas veces dijimos "no
hay gimnasia de prensa especializada en turismo", ha quedado atrás. Se
van sumando colegas al libre ejercicio de la opinión y eso está muy
bien y por lo tanto, aplaudimos.
Aplaudimos, entiéndase bien, el hecho que por fin se han perdido los temores, se han dejado de lado ingenuas especulaciones comerciales (léase publicitarias) y se ha pasado a exponer la crítica cuando la ocasión lo amerita.
Como viejos lobos del tema, queremos sin embargo (de metidos nomás), hacer una advertencia relacionada con la oportunidad de los comentarios.
Estamos doblando el codo y entrando a la recta de la carrera electoral, no hay que confundir por lo tanto, aserrín con pan rallado.
El Doctor Lescano no se está irritando solamente ahora; lo ha hecho varias veces, inclusive con nosotros y hace mucho tiempo cuando solamente se le elogiaba y se pasaban por alto errores de gestión que denunciábamos casi en solitario.
Pero a nosotros no nos molesta que el Ministro se irrite mientras haga, es más, respetamos especialmente a los hombres a los que les corre sangre por las venas y no, agua colonia por ellas, como decía un tío nuestro.
De esta gestión ministerial, creemos habernos ocupado de casi todos los temas en más de dos años de existencia del Portal pero a nuestro entender, empezamos por donde se debía,tratando los asuntos puntuales que hacían a la marcha de la actividad.
Lo importante es que el Ministro, la Viceministra y todo el elenco cumplan con su cometido más allá de su humor y sus estados de ánimo; es la gestión la que se debe analizar, elogiar o criticar, según el leal saber y entender del especialista y no, si se ríen o están muy serios.
Hay excepciones claro, como la del eterno enojado, al que al parecer, también están conociendo todos y por lo menos en corrillos comienzan a analizar y a criticar.
A diario, navegamos casi en solitario en esta prédica hasta hace poco tiempo; solamente el colega Enfoques, con su estilo respetable aunque no siempre compartible, dedicaba y dedica opinión a los temas del turismo.
Queridos/as amigos/as con quien llegamos a cambiar ideas en forma acalorada a causa de nuestro estilo, el que entendían confrontativo ("te peleas con todo el mundo"), hoy ven la otra mitad del vaso, la analizan y sacan sus propias conclusiones.
En la medida que la prensa turística siga esta evolución saludable, la de no guardar realidades y por el contrario, exponerlas, mucho mejor nos irá a todos y ayudaremos al desarrollo del turismo.
Pero hay que serenarse en los tiempos que vienen y medir con la mayor ecuanimidad (no creemos en la objetividad), apuntando siempre, a la gestión y no a los humores.
No caigamos en emular a la prensa del corazón o del espectáculo; concentrémonos en la gestión. Nos vemos.