"El turismo internacional puede ser un notable factor de desarrollo económico y crecimiento cultural, pero en ocasiones puede transformarse en una forma de explotación y degradación moral", escribió.

Con frecuencia "esas conductas inmorales y hasta perversas" cuentan con "el respaldo de gobiernos locales, con el silencio de aquellos de donde proceden los turistas y la complicidad de tantos operadores del sector", subrayó.

El fenómeno del turismo sexual se ha multiplicado en los últimos años, según denunció la oganización internacional Ecpat que lucha contra la explotación sexual de los menores de edad.

Según la ministra italiana para el Turismo, Michela Vittoria Brambilla, el turismo sexual alcanza un volumen de negocios de 100.000 millones de dólares y afecta a unos 3 millones de niños en el mundo, entre ellos de países de América Latina, como Cuba, Brasil y República Dominicana.

Fuente: Globovision.com