Empezar por creerlo

Hace muy poco, quien lo afirmó fue el propio Presidente de la República, Tabaré Vázquez: "Debemos recuperar nuestra autoestima; trabajando con seriedad y responsabilidad podemos lograr cosas que nos haga sentir que somos uruguayos orgullosos de serlo, Uruguay, por este camino, sin dudas va a llegar a ser un país desarrollado no sólo por su crecimiento económico, sino desde el punto de vista humano. No vamos a tener que envidiar a otros países del mundo".

Entonces, ante la afirmación de un conductor exitoso como el Primer Mandatario, quien culmina su administración con un porcentaje de aceptación de su gestión por encima del 60%, la cosa es diferente y podemos, sin que nos tilden de iluminados, comenzar a valorar tal posibilidad.

Los tres componentes del Índice de Desarrollo Humano(IDH) evaluado por la ONU son: el PBI per cápita, Índice de Educación y el Índice de Esperanza de Vida. Hemos venido creciendo en los últimos años pero, por ejemplo menos que Chile, a quien aventajábamos y ahora nos pasó.

El camino más arduo a recorrer es el del primer componente, el PBI per cápita, los de la educación y esperanza de vida, aparecen como más cercanos, más posibles.

Generar riqueza

Sin ser en absoluto, entendido en economía, igualmente creo que es muy posible afirmar que nuestra primera actividad, la mayor generadora de divisas, la agroindustria, puede no tener marcado su techo pero, no debemos estar muy lejos de él.

Mientras tanto, en lo que nos atañe, en el turismo, podemos afirmarlo con total y absoluta autoridad que si existe un techo, estamos a una distancia sideral del mismo.

Estamos hablando de algo muy serio: la segunda actividad económica del país no tiene techo.

Para generar riqueza entonces, no vemos otro camino más apto que desarrollar las posibilidades del destino turístico Uruguay.

Pueden haber muchas recetas pero, la más racional es trabajar hacia la construcción de un destino seguro para los visitantes.

Territorio 100% libre de delincuencia

Una vez más, insisitimos con nuestra prédica detallada en extenso en el Cuento de Esperanza Ficción La Isla  el mayor atractivo, sin discusión, sería ofrecer un territorio 100% libre de delincuencia.

Cada vez que debemos escribir sobre este tema, nos asaltan los temores, los que nos indican que debemos ser cuidadosos en su tratamiento, so pena de generar incertidumbres en eventuales visitantes o posibles clientes de nuestro turismo, la misma cosa.

Pero no por ello, debemos taparnos los ojos o hacer de cuenta que no tenemos problemas al respecto; basta hablar solamente con los hoteleros de Montevideo para que todos y cada uno nos hablen de su preocupación por la delincuencia y la inseguridad.

Si bien, afortunadamente, no nos comparamos con las verdaderas ciudades violentas, ni por asomo, nuestra capital dista bastante de ser segura y en los últimos años Punta del Este y sus alrededores, de alguna forma comenzó a padecer también el agobio, a causa de los malvivientes.

A pesar de ello, aún ocurren cosas como éstas: "Espero que la próxima vez que nos visite, no traiga puesto su Rolex, va a generar un asalto y podríamos pasarla muy mal todos nosotros", le dijo con algo de simpatía y con mucho de preocupación, uno de los consolidadores paulistas más importantes, a un amigo nuestro que le visitó en sus oficinas hace algunos días para agregarle de inmediato: "entiendo que está acostumbrado a usarlo en su país, que aún allí no deben preocuparse por estas cosas, si lo sabré que apenas puedo, cuando algún fin de semana me lo permite, doy el salto a Punta del Este con mi señora para poder caminar tranquilos por la calle y que ella puede lucir sus alhajas".

¿Imaginan lo que sería Uruguay como destino turístico si el gobierno decidiera, como con el humo de tabaco, hacer desaparecer la delincuencia?.

Y no es utópico, así definitivamente.

En La Isla, proponemos vaciar todas las cárceles continentales y construir dos en la Isla de Flores (o en cualquier otra) y "trasladar" de esa manera el mayor problema actual.

¿Qué es muy caro el proyecto?, si claro, pero de ningún modo imposible. Comparemos.

El Plan Ceibal, el programa que nos ha hecho estar en boca de todo elmundo y el que nos enorgullece, el que ha entregado una laptop a cada niño de la enseñanza pública (y a cada maestro), el hecho concreto que nos asegura que tendremos una generación con excelente valor agregado, tuvo un costo total de 128 millones de dólares; un excelente modo de invertir el dinero generado por los aportes del trabajo de todos los uruguayos.

Fue un gran esfuerzo y afortunadamente no ha terminado, tiene proyectado seguir, incursionar en secundaria, facilitar también su ingreso a los niños de la enseñanza privada y para ello, fue necesaria la determinación de mucha gente pero, especialmente de quien asegura que podemos ser un país desarrollado, el Presidente Vázquez y reitero, costó 128 millones de dólares.

El tristemente recordado salvataje del Banco Comercial le costó al país más de 100 millones de dólares y la inminentemente tapada (por otra torre), Torre de las Comunicaciones, costó más de 140 millones de dólares.

¿Cómo sería el Uruguay de hoy sin el Banco Comercial?

¿Cómo sería el Uruguay de hoy sin la Torre de las Comunicaciones?

¿Cómo sería el Uruguay de hoy sin delincuencia en su territotio?

Nos vemos.